viernes, 13 de abril de 2007

JOÉ KE CALÓ

Ya volvemos al tópico de siempre, a la frase mas repetida estos días por nuestras calles y que a alguien se le ocurrió jocosamente hasta serigrafiar en camisetas, con notable éxito por cierto.
Y es que todos los años pasa igual. Con la llegada del calor todo tiene justificación. Si te duele la cabeza, por el calor. Si estas cansado, por el calor. Si no duermes, por el calor. Si llegas tarde, por el calor, porque a ver quién es el guapo que sale de su casa a las tres de la tarde y se mete en el coche con la chicharra, que hasta que el aire acondicionado, el que lo tiene, empieza a enfriar, ya has llegado al sitio. Pues se me está ocurriendo que se puede usar esto como promoción del parking a ver si se ambienta algo más. Como allá abajo da la sombra y hay cierta humedad, pues el coche se mantiene fresquito y cuando lo vuelves a coger no te asas vivo. Pero claro, habría que encontrar una barita mágica para doblarse uno mismo el sueldo porque a la que te descuides un poquito te pega un sablazo la maquinita al meterle el ticket de muy señor mío. Y es que ya te encuentras a un amigo de toda la vida por el Llanillo después de tres años sin verlo y como que uno ni se alegra pensando en lo que te cuesta después la conversación.

Ahora es cuando todo el mundo está deseando que el sol se esconda para aliviarse un poco el calor y, en los barrios altos y populares, salirse a la puerta de las casas con la camiseta blanca de tirantes ellos y el camisón largo ellas a hacer una agradable tertulia con los vecinos hasta el punto de arreglar los problemas de los demás hasta un punto inusitado. Los más jóvenes o de zonas mas modernas salimos a las terrazas de los bares que es lo que apetece. Una caña fresquita o un tinto de verano con su correspondiente tapa refresca bastante. Pero no todo es agradable. Siempre está el dueño del bar de turno quejándose de lo mucho que paga por las mesas fuera y el poco negocio que le supone. Sin embargo no pasa ni un verano sin colocar la terraza. Debe ser que es poco avispado para los negocios o que se queja por vicio, pues. Aunque no le falta razón cuando el agravio comparativo hacia otros negocios que se valen también de las calles y las aceras para su actividad y que pasan inadvertidos sin pagar nada. Solo hay que darse una vuelta por el final de la avenida de Europa, el polígono, etc. e intentar aparcar. Se puede apreciar como los negocios de compra-venta de coches ocupan la vía pública como escaparate de forma abusiva y descontrolada con un importante descaro.

Pero lo más refrescante del verano es tener una piscina donde pegarte un chapuzón, y el colmo de refrescante ya es si la piscina es de un amigo, familiar o amigo de un primo de un vecino. Que la piscina propia es una trabajera para que luego lleguen los demás a bañarse y si te descuidas, te vacían las cervezas de la nevera y te lo dejan todo hecho un asco y ya además del cloro, las tirillas para el pH, el limpiafondos y la sacadera hay que sumarle el Fairy. Aunque se vayan muy agradecidos y te suban el ego por disponer tú de lo que ellos no tienen, creedme que no compensa.

Por lo tanto, para pasar el calor lo mejor es un sofá y encima de éste un split de aire acondicionado, un decodificador de TDT, una pantalla de plasma y que prorroguen el mundial hasta septiembre. Pero claro, lo mismo que esto último es imposible, lo otro también, porque habrá que ir a trabajar, atender a la familia, los niños, la compra, tareas del hogar, etc. Así que habrá que seguir la vida cotidiana como siempre y seguir quejándose. Como yo, que suponía que iba a escribir un artículo interesante y mira lo que me ha salido. Será por el calor…

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