viernes, 13 de abril de 2007

HIPPIES DEL SIGLO XXI

En estos días en que el pueblo tanto se transforma desde hace ya una década, de boca de todo el mundo sale la misma expresión para definir a los treinta mil visitantes que acogemos: “Ya están aquí los hippies otra vez”. Y muchos lo dicen con el rintintín irónico ligeramente despectivo pero sin caer en el rechazo frontal para no ser tachado de intolerante, ni desentonar en la buena acogida que tiene el pueblo en general al festival Etnosur.

Pero, ¿quién es la gente que nos visita atraída por tan magnífico acontecimiento? ¿Realmente son hippies como los bautizamos a la ligera? ¿Existe algún hippie en el siglo XXI, o ha existido alguna vez?

El hippie se basa en una utopía que por razones obvias no tiene cabida en la sociedad actual. Partiendo de esa base, es prácticamente imposible que nadie pueda mantener un estilo de vida acorde a sus ideales. Por lo tanto, hay que distinguir dos tipos de supuestos hippies: Los que mas o menos intentan practicarlo cotidianamente viviendo a costa de la sociedad en general, usando las infraestructuras y las ayudas sociales que pagamos todos, (unos aprovechados en resumidas cuentas), y los que tienen sus trabajos, hipotecas y forma de vida normal y se disfrazan tres o cuatro días para asistir a determinados eventos. Aquí a Alcalá de los primeros vienen apenas cien aunque den un cante enorme y de los segundos vienen mil, que dan el mismo cante pero que nada tienen que ver con los primeros, y el resto hasta los treintamil son gente corriente que se calza unos vaqueros y una camiseta y se viene de marcha al mogollón. Entonces, la definición de hippies que le damos a todos es bastante errónea, y los que utilizan el término de forma despectiva y generalizada se están engañando a ellos mismos e insultando a la sociedad con la consabida injusticia e hipocresía que ello acarrea.

Es muy normal que todos los años se abra el mismo debate en los días posteriores a Etnosur entre sus detractores y los defensores. No cabe duda que la promoción turística de nuestro pueblo y la inyección económica para la hostelería es enorme, y la riqueza cultural que nos dejan las actuaciones musicales, circos, talleres, conferencias, etc. no les van a la zaga, pero la aglomeración de gente siempre lleva acarreadas muchas molestias a los ciudadanos que ni les va ni les viene la cosa, y que ven pasar por la puerta a cien y no les llaman la atención, pero como pase uno con un look rarillo ya les sirve de base a una retahíla de críticas a todo en general. Cosas de pueblos.
Pero otra cosa bien distinta es el oponerse al evento por motivos meramente políticos. Como el promotor es cierto partido en Diputación y Ayuntamiento, pues hay que oponerse a toda costa aunque el interés general del pueblo se vea perjudicado. Ya pasó con el Espacio Joven del Silo y todos los años pasa en Etnosur. Pero parafraseando un famoso refrán, “a palabras políticas, oídos sordos”. Ya quisieran miles de pueblos en España poder hacer un evento similar, con tanta participación, atractivo y calidad.

Otra cosa muy criticada y polémica es que alguna gente no se corte un poco a la hora de fumarse un porro. Entonces ya para algunos, todos los que asistimos tenemos el mismo vicio, (no seré yo, por cierto). Allá esos algunos si son felices con eso, o tapan así su falta de personalidad o incapacidad para adaptarse a los gustos o usos de la sociedad en general. ¿En qué concierto del mundo al aire libre y con cierta aglomeración de gente no se fuman porros? ¿Acaso el que fuma mira a ver de qué partido político es el ayuntamiento de la localidad donde se celebra? ¿Cuándo vamos a aceptar que hay cosas que forman parte de la sociedad en la que convivimos y que alguna vez, cuando se nos manifiesta en las narices, nos ponemos las manos en la cabeza hipócritamente?

Otro año más el mayor y popular acontecimiento de nuestro pueblo llega con su carga de tópicos, con sus cosas buenas y sus no tan buenas, con sus elogios y sus críticas, con su color y su ambiente diferente y especial. Enhorabuena a la organización por su buen hacer y muchas felicidades por el décimo aniversario. Casi toda Alcalá espera celebrar también el vigésimo. A ver si el reto no os aburre, ocurre y que lo disfrutemos todos.

No hay comentarios: