viernes, 13 de abril de 2007

CAMINANDO SIN CAMINOS

Aunque el título pueda recordar a un texto de Antonio Machado maravillosamente musicado por Serrat, no es más que la realidad de Alcalá tomándola en el sentido de que hoy día todos caminamos en coche y los caminos son carreteras o calles de asfalto.

Por fin se ha reabierto la circulación por encima del parking subterráneo después de tanto tiempo de padecer el ridículo plan provisional de ordenación del tráfico rodado que hemos estado padeciendo. Y es que embotellarnos a todos en un STOP en la calle Figueras ha sido tan descabellado como indignante, fruto de algún capricho que sopesó que era menor el sufrirlo por parte de todos durante algunos años que rectificar y reconocer el error. Qué trabajo hubiera costado poner la calle Miguel Hernández de doble sentido y un ceda el paso para los vehículos que venían por la Avenida de Europa, propiciando que se pudiera atravesar el pueblo en cualquier sentido por la principal arteria sin detenerse. Pero bueno, eso es agua pasada, aunque no conviene olvidar, y ahora toca mirar al futuro.

Muchos creían que con la finalización del parking los atascos se acabarían. Qué ilusos.
Por razones orográficas e históricas, Alcalá tiene solo una calle con dimensiones aceptables para atravesarla en doble sentido. Eso es inamovible y entendible, por lo que no vamos a culpar a nuestro Llanillo de todo. Ahora bien, ¿por qué en una zona como puede ser la Avenida de Andalucía a partir de la glorieta de la Estación de Autobuses para abajo tenemos la misma capacidad de tráfico? ¿No será que hemos construido un Llanillo en pleno cambio de milenio? Todo el tráfico que sube del polígono se ve abocado a llegar a la glorieta sin ninguna posibilidad de escape. ¿Por qué no se diseñó otra avenida paralela por detrás del Silo hasta la de Iberoamérica? ¿No os da la sensación de que estamos estrangulados con los últimos planes urbanísticos? Una prueba flagrante de ello es la zona popularmente denominada El Campero. Es una urbanización cerrada con una calle de apenas seis metros de anchura y cientos de plazas de garaje sin ni una salida directa a la Avenida de Andalucía. Hay que hacerlo por República Argentina o Torre del Farol con el consiguiente embotellamiento en estos puntos. ¿Quién tuvo las cortas luces de diseñar eso así?

Pero el gran problema viene con el monumental desarrollo previsto para la zona de la Tejuela. A lo ya construido en el barrio de Europa, hay que sumar las recalificaciones en trámite previstas para la zona de El Cauchil y el camino de Charilla con cientos de nuevas viviendas. Esto provocará que la cantidad diaria de vehículos que tienen que atravesar el pueblo por el centro se multiplicará en breve. ¿Qué hay pensado para evitar que todos pasen por el Llanillo? ¿Cuánto tiempo se tardará en llegar desde el polígono o Santa Ana, zonas que concentrarán la zona laboral, hasta la Tejuela?

Pues es el momento de hacer previsiones y empezar a mover los hilos para solucionar el problema que a medio plazo se va propiciar si es que no existe ya. Una solución sería el ensanche y señalización horizontal de la subida a la Mota por el cementerio y prolongarla hacia abajo hasta la Avenida de Portugal, y a su vez prolongarla más hasta la gasolinera de la Carretera de Alcaudete. Sería una circunvalación de Alcalá. Otra solución sería desde el Portichuelo, por la Ciudad de la Luna, hasta el depósito del agua, para salir por detrás de las antenas de telefonía hasta el final de la calle Virgen de la Cabeza y bajar circundando el Cauchil hasta la gasolinera. Si se ha decidido expandir el pueblo hacia ambas vertientes, norte y sur, hay que comunicarlas entre sí, de lo contrario, aviados vamos.

Por eso decía al principio que no hay caminos. Los especuladores urbanísticos venga a presentar proyectos, el concejal de turno a firmarlos y recaudar y cuando vienen los problemas ya no tienen solución. Después a circular todos por el mismo sitio y a la misma hora y se arma el lío.

También parte de la culpa la tenemos los que no podemos andar tres pasos sin coger el coche, organizarnos para ir al trabajo con compañeros, utilizar más vehículos de dos ruedas o exigir un servicio de bus y usarlo. Lo del bus urbano ya se probó y no funcionó. Tal vez con otro planteamiento sí que daría resultado. Aunque las circunstancias desde entonces han variado bastante, y se podría intentar igual, también en vez de subcontratar el servicio a una empresa privada, que obviamente va en busca de un beneficio, podría ser algo municipal que en caso de no ser viable económicamente sea suplido con una partida presupuestaria. Que mejor manera de repartir nuestros impuestos en algo que nos puede servir a diario a muchas personas. Yo lo pondría completamente gratuito y no sería tan caro en comparación con otros gastos a veces bastante menos efectivos y serviciales. Hagamos cuentas: Un autobús urbano puede costar 120000€ para amortizar en 5 años, lo que supone 25000€ año. Dos chóferes fijos para mantener un servicio de 6 de la mañana a 10 de la noche mas o menos serían otros 40000€, y de mantenimiento y combustible se haría de sobra con 35000€ mas. En total con 100000€ al año se tendría un servicio de autobús completamente gratuito para todos. Hay alguno que solo en sueldo se acerca a eso al año en el ayuntamiento y que no es precisamente imprescindible.

Soluciones hay pero… Alcalde no hay caminos, ¿se harán caminos para avanzar?

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